Estatuto médico específico: Por qué es necesario y qué debería regular
El Dr. Francisco Javier Elola, director de la Fundación IMAS, defiende la creación de un estatuto médico específico que tenga en cuenta las necesidades y peculiaridades de las organizaciones sanitarias como “entidades de conocimiento”. De esta manera, aboga por buscar un tipo de relación contractual que sea “mucho más horizontal y que sustituya la relación de control” que existe ahora desde las gerencias y administraciones hacia los profesionales médicos “por otra de colaboración”. La iniciativa está siendo canalizada desde el Comité de Profesionalismo Médico que preside Elola en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), donde se está elaborando una propuesta de principios que deberían inspirar la norma que esperan poder presentar a los diferentes agentes antes de verano.
"La gestión sanitaria debe basarse en la evidencia científica disponible para conseguir los mejores resultados en salud, y ese conocimiento lo tienen los médicos", asegura el cardiólogo. De esta manera, en la negociación con la administración o con los gerentes de los servicios, “los aspectos relativos a la organización y gestión están involucrados” para prestar una adecuada asistencia.
Por otro lado, Elola considera necesario regular las competencias profesionales "ya que son un aspecto esencial en la producción de servicios por parte de las instituciones sanitarias". Además, reivindica la definición de una carrera profesional que respete las competencias y la experiencia médica, en lugar de “un sistema basado meramente en la antigüedad”. En este sentido, el director de IMAS también señala la necesidad de mantener equipos asistenciales integrados puesto que "no es lo mismo un profesional con una determinada especialidad pero con competencias específicas o formación avanzada en un área determinada que otro que no las tiene".
Por último, el experto considera que el estatuto médico debería contemplar aspectos concretos relacionados con la prestación del trabajo como la atención continuada, las guardias médicas, etcétera.
Elola destaca que la defensa de un estatuto médico "no es un posicionamiento gremial" sino persigue encontrar "la relación más adecuada para prestar la mejor asistencia" en línea con el código deontológico médico que sitúa el bienestar de los pacientes como el "principio general más importante".